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El impacto de la pandemia por Covid-19 en Venezuela es distinto al que pueda tener otra nación latinoamericana debido a un factor fundamental: la falta de acceso al agua potable en todo el territorio nacional. 

A diferencia de años anteriores, lo que va de 2020 ha estado marcado por constantes crisis relacionadas con la distribución de agua en el país y actualmente no hay un rincón de Venezuela que deje de reportar estas dificultades. 

Orígenes de la crisis 

José Divasson, ingeniero y profesor de la universidad Católica Andrés Bello (UCAB), explicó durante el foro que en mayo de 2013 se hicieron efectivos los primeros planes de racionamiento de agua en el país que, en su momento, estaban ajustados a los niveles de agua con los que contaban los embalses del país. Sin embargo, con el paso de los años estas medidas continúan en un nivel desproporcionado. 
El día de hoy los racionamientos, justificados o no, son cada vez más objetables y cada vez son más largos los periodos que pasan los ciudadanos sin agua”.
El también miembro de la Sociedad Venezolana de Ingeniería Hidráulica aseguró que otro factor que marcó las fallas del servicio de agua es la falta de mantenimiento del sistema hídrico nacional. 

“La infraestructura que se desarrolló en Venezuela desde la década de 1950 hasta el año 1999 es capaz de tomar toda el agua que existe en un embalse

Julio César Gutiérrez, vicepresidente del Centro de Ingenieros y Arquitectos de Lara,  argumentó que el crecimiento de la población ha causado un incremento en la demanda del servicio de agua, por lo que considera que los embalses existentes no son suficientes para abastecer a toda la nación. 

Cuatro pilares del sistema 

el funcionamiento de un sistema de agua adecuado depende de cuatro pilares fundamentales: la existencia de agua, la infraestructura, un sistema eléctrico que lo respalde y una empresa que los distribuya. 

cada uno de estos pilares está afectado en Venezuela actualmente, por lo que se debe contemplar la recuperación de cada uno para mejorar el servicio. 

El agua. Los expertos coincidieron en que esta es la peor época del año para el servicio hidrológico, debido a que la sequía mantiene a los embalses en sus niveles más bajos. Además, consideran que la calidad del agua que llega a los hogares es mala, debido a las fallas en los procesos de potabilización y contaminaciones que ocurren en el camino que recorre el líquido antes de llegar a las comunidades.
Infraestructura. La falta de mantenimiento al sistema de tuberías del país tiene como consecuencias roturas y explosiones de tubos. Además, influye en la calidad del agua porque puede producir mezclas entre agua potable y servida. 

Electricidad. El abastecimiento depende en su mayoría del sistema de bombeo de agua, por lo que está sujeto al funcionamiento del sistema eléctrico nacional. Los constantes apagones y fluctuaciones de energía comprometen la distribución del agua. 

Empresa. Las instituciones que prestan servicio de agua al país están sujetas a las decisiones del régimen de Nicolás Maduro, por lo que sus acciones pueden estar orientadas a la política. 

Escenario actual 

Los venezolanos son testigos de constantes cortes de agua en sus hogares, trabajos e incluso los centros de salud privados y públicos. 

La crisis de los servicios básicos es una característica de la Emergencia Humanitaria Compleja que atraviesa el país desde hace varios años y en la actualidad se encuentra de frente con una pandemia.