El Ave Fénix un gran pájaro cubierto de llamas y con llamativo plumaje color rojo anaranjado, igual al fuego. 

Se dice que fue el único animal del Edén que resistió la tentación, transformándose en eterno.

Como se negó a comer la fruta del paraíso, se le confirieron diversas facultades, 

como el poder del fuego y la luz, y el más sobresaliente, la inmortalidad con la capacidad

 de renacer de sus cenizas.

Sabemos que es un ser fabuloso que ha sido descrito en la mitología de varias culturas pero significando siempre lo mismo; resurrección e inmortalidad.


Uno de sus dones es que sus lagrimas pueden curar, entonces pienso que todos llevamos un Ave Fénix dentro, pues cuando lloramos nos sentimos curados en nuestra alma, curados de nuestro dolor, curados de ese sentimiento que no nos hemos permitido vivir, curados de ese enojo que no hemos podido expresar, curados de ese sentimiento que nos ha hecho angustiarnos, afligirnos y que no hemos podido liberar.

Pero esa virtud del Fénix de renacer de sus cenizas debemos considerarlo como una representación de la Resiliencia.

El atravesar momentos adversos en la vidas, que pueden llegar a ser lacerantes, desoladores, y desgarradores, causan en nosotros una muerte interna, convertirnos en cenizas y es allí cuando debemos ser resilientes resurgiendo fortalecidos cual Ave Fénix, para dar la cara y hacer frente a la vida renaciendo con más fuerzas y valentía asumiendo que la vida es lo que es y debemos salir adelante.


Si eres una persona resiliente debes adaptarte y superar las adversidades, muestra al mundo la inmortalidad de tu alma abrazando a todos con el calor del fuego de tus alas y derramando la luz de tu alma cual Ave Fénix.

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