#blacklivesmatte
El exfutbolista se ha convertido en los últimos años en el emblema de la lucha contra el racismo.

El 26 de agosto de 2016, los San Francisco 49ers reciben a los Green Bay Packers en uno de los partidos de pretemporada de la NFL. Como en cada encuentro, todos se ponen en pie para escuchar el himno nacional de EE UU, todos menos Colin Kaepernick. El quarterback tomaba una decisión sin precedentes como protesta ante una serie de muertes de ciudadanos afroamericanos en aquel año, a manos de policías estadounidenses, que dio lugar al movimiento 'Black Lives Matter'.

"No voy a levantarme para mostrar mi orgullo por una bandera de un país que oprime a la gente negra y de color. Para mi, esto es más grande que el fútbol americano y sería egoísta por mi parte mirar hacia otro lado. Hay cuerpos en las calles y gente cobrando mientras se marchan libremente de un asesinato", explicó Kaepernick sobre su inacción.

En el partido siguiente, el jugador de los 49ers cambió de idea al considerar que también tenía que honrar a los soldados que han luchado por el país a través de una conversación con el veterano y ex de la NFL, Nate Boyer. A partir de ahí, nació su famosa pose con la rodilla hincada en el suelo que repitió en todos los partidos de la temporada y que muchos de sus compañeros de profesión han imitado.

La rodilla en el suelo se convirtió rápidamente en una señal de protesta contra el racismo que dura hasta hoy en día y uno de los símbolos del 'Black Lives Matter' que está volviendo a cobrar fuerza en los últimos días tras la muerte de George Floyd.
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