#historia 
Era un 20 de diciembre del año 1961, cuando al primo Sergio murio ahogado en las aguas del lago. Cruel situación para mí, niño de 6 años esperando la llegada de navidad, y embullado de gaitas y cohetes.

El velorio se llevo a cabo en mi casa por ser la mas adecuada, mi vieja, me vistió manteniéndome en el más absoluto silencio, me montó en un carro desconocido que nos dejó a las puertas del cementerio.

La entrada al campo santo o cementerio el Cuadrado me resultó espectacular, unas enormes paredes blancas sostenían un techo de madera oscura muy hermoso, dando una refrescante sombra.

Era una ciudadela de seres de otro mundo, seres que no lloraban y estaban inmóviles, como mamá siempre pretendía que yo estuviera.
Agarrado de la falda negra de la vieja, y ausente a los gritos y llantos de la procesión, traté de entender cómo se podía vivir en esta pequeña ciudadela mágica, de la cual mamá decía, nunca se podía salir.

Con el paso de los años, me había olvidado del cementerio El Cuadrado, hasta hace unas semanas atrás, que nos tocó sacar los huesos del primo Sergio y de nuevo visité el cementerio.

Camino al desentierro, recordé que en el Zulia son diversos los cementerios indígenas, aunque no famosos por su numerosidad.
Solo con la llegada de los españoles, se hizo costumbre enterrar a los deudos en las mismas iglesias, conventos y terrenos colindantes a las mismas.

Supongo que la cercanía con la tierra consagrada, representaba una mejor pista de lanzamiento al otro mundo.
Eso debió ser tomado como cierto por la Corona Española, quien en 1698, ordena enterrar a los difuntos al lado de las iglesias parroquiales. Si ubicamos las iglesias hoy día, imagino que más de una casa, negocio y hasta botiquín, debe estar montada sobre algún antiguo cementerio maracaibero de la colonia.

Esta práctica se cambia por decreto del Libertador Simón Bolívar, en el año de 1827, obligando a enterrar a los difuntos en terrenos especiales destinados para tales fines.

Siguiendo estas normas se crea en 1829, el Cementerio General de Maracaibo, o “Cementerio Viejo”, en terrenos situados detrás de la iglesia San Juan de Dios, en la famosa calle El Tránsito, el cual fue clausurado en 1880.

La colonia extranjera residente en Maracaibo, funda en 1834 y clausura en 1842, lo que se conoció como el cementerio de Los Alemanes, pues sus inquilinos eran ingleses, alemanes y judíos, fue vecino del cementerio Colonial también en la calle El Tránsito, sobre los terrenos de la actual empresa Panorama. Este camposanto fue saqueado en 1942.

El cementerio el  Cuadrado, situado en el nacimiento de la avenida Las Delicias, actualmente al lado del inconcluso elevado, nace el 12 de noviembre de 1879, construido por una junta privada de accionistas, en lo que entonces era la parte más alejada del Maracaibo de la época, el nuevo cementerio, mejor conocido como El Cuadrado, por tener la forma de un cuadrilátero perfecto.
Casualmente, la fundación de El Cuadrado coincidió con el ataque de la epidemia de fiebre amarilla a Maracaibo, que añadió algunos residentes al nuevo camposanto.

Para aquel entonces los alrededores del cementerio eran espacios vacíos de algunos hatos dispersos, resultando El Cuadrado para el año 1900, el límite urbano de la ciudad.

Muchas son las obras de valor escultórico e histórico, que pueblan este cementerio sin mencionar que allí reposan muchos de los personajes zulianos de la Independencia y de destacados zulianos, de otras épocas como: Jesús Enrique losada, Ismael Urdaneta, Francisco Ochoa (inhumado en 2004),Jesús María Portillo, la familia Jugo, José Ramón Yépez, Manuel Dagnino, Antonio José Urquinaona, Manuel Trujillo Durán, Guillermo Quintero Luzardo, Eduardo Mathyas Lossada, Julio Árraga, Udón Pérez (inhumado), las familias Belloso, Rincón, Osorio, Cook, Arria, Von Jess, Dr. José Antonio Borjas Romero, como algunos de los hombres y familias más conocidas.

Además de El Cuadrado otro de los viejos cementerios, hoy desaparecido, fue el cementerio de Santa Lucía, inaugurado el 30 de enero de 1881 y cerrado en 1942.   Después el terreno paso a ser sitio de varias concesionarias de vehículos y actualmente es un garaje.

Como camposantos Maracaibo cuenta hoy con el cementerio San José, mejor conocido como El Redondo, situado en la avenida Delicias con 76.
Allí reposan restos de figuras importantes de la vida zuliana: Octavio Hernández, Juan Bessón, Felipe Boscán Ortigoza, Manuel Noriega Trigo, José Antonio Butrón Olivares, Humberto Campos Brice, José Ortín Rodríguez, Adolfo D’ Empaire, José Otilio Mármol, Rafael Cuencas Navas, Hugo Parra León, Raúl Cuencas, Francisco Araujo García, Fredeswinda Cabrera, entre otros.

También se cuenta con el cementerio Corazón de Jesús, inaugurado en 1941, situado en plena avenida La Limpia al lado del antiguo Hipódromo de Maracaibo, y muy recientemente el cementerio “Jardines La Chinita”.
Y solo para huéspedes de gran brillo el Panteón Regional, de rancio abolengo Colonial, la edificación está en el centro mismo de la ciudad de Maracaibo.
Pero mientras le doy vueltas a tanta divagación queda resuelta la extracción de los huesos y me quedo caminando por los solitarios paseos del cementerio, mirando fechas de algunas lápidas y haciendo memoria. En un momento recordé la vieja frase de mi vieja: “Del cementerio nunca se puede salir”, sentí un leve escalofrío y apresurando el paso, para salir, dije para mis adentros: el problema no es no poder salir, el problema es como poder no entrar

Campos santos de nuestra ciudad de Maracaibo

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