Existe una leyenda de terror que cuenta que hace mucho tiempo, existía un circo que se levantaba sobre un enorme terreno baldío. En él trabajaban muchos artistas, comediantes y acróbatas, pero entre todos ellos destacaba un payaso, que vestía un traje muy estrafalario y al que le encantaba hacer bromas pesadas. Su sola apariencia y sentido del humor, despertaban miedo en los niños y una macabra fascinación en el público adulto.

Un día, entró a trabajar al circo una hermosa muchacha que era bailarina. No tenía a nadie en el mundo, pero era perfectamente capaz de ganarse la vida bailando. Desde el primer instante en que la vio, el payaso se enamoró de ella e hizo hasta lo imposible por ganarse su corazón.


Sin embargo, la joven era indiferente a todas sus muestras de afecto. No le gustaba el modo tan pesado en que se burlaba de las otras personas para divertirse, ni su insistencia que comenzaba a rayar en la obsesión.


Sin darse cuenta, el amor del payaso se fue convirtiendo en un oscuro deseo.


Un día, encontró a la bailarina hablando con otro actor del circo, un acróbata muy amable del cual ella estaba enamorada. Cuando el payaso los vio besándose, sintió que los celos se apoderaban de él y lleno de ira, juró vengarse de la muchacha por rechazar su afecto.

Esa misma noche antes de actuar, la chica se fue a dar un baño para prepararse. No notó al malvado payaso, que ocultó en su camerino, esperaba el mejor momento para atacarla.


Cuando lo descubrió fue demasiado tarde. El payaso la degolló sin piedad y después de cometer el crimen, se suicidó al lado de su cuerpo sin vida. Sus cadáveres no serían encontrados sino horas después, al finalizar la función de aquella noche. Antes de morir, el infame payaso le había cortado la cabeza a la bailarina en un arranque de violencia.

Y por más que buscaron, esta jamás fue encontrada....

Con el tiempo, la gente dejó de acudir al circo y este cerró sus puertas. La carpa fue retirada del terreno y en ese mismo lugar se construyó un gran internado. No pasó demasiado tiempo antes de que los niños que vivían en la escuela, empezaran a notar toda clase de cosas extrañas y escalofriantes.


Se decía que en uno de los baños de la institución, a veces se escuchaba el canto macabro de una mujer y que esta los llamaba por su nombre. Luego, si uno bajaba por las noches al salón de actos del colegio, podía ver como en el escenario bailaba un cuerpo sin cabeza. Lo más aterrador sin embargo, ocurría en el patio, mientras todos dormían o intentaban dormir.


Ahí, se aparecía un horrible payaso vestido con ropas extrañas, quien reía de una forma maniática y jugaba con la cabeza de su amada entre las manos.


Por supuesto, las autoridades del internado jamás creyeron ni una sola palabra de aquellos rumores. O más bien, prefirieron actuar como si no fueran reales.



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Historia de terror