
Es bien sabido que los seres humanos somos seres sociales. En este sentido, dependemos de interactuar con otros para desarrollar nuestras capacidades en relación con nuestro entorno social.
Así desde pequeños interactuamos en diferentes entornos: la familia, la escuela, los amigos, la universidad, el trabajo. A lo largo de nuestra vida nos desenvolvemos en cada uno de esos ambientes sociales. Lo ideal es que aprendamos a cultivar relaciones saludables.
De hecho, estudios científicos en el campo de la psicología han revelado que nuestra felicidad va a depender de la capacidad que tengamos de establecer relaciones saludables y de alejarnos de aquellas que nos hagan daño. Pero en nuestro día a día podemos encontrarnos tanto con personas positivas y edificantes, como con personas negativas y tóxicas.
En este post te comento una serie de señales que te ayudarán a identificar a la gente tóxica y cómo manejarte ante este tipo de personas cuando forman parte de tu entorno social.
Identificando a la gente tóxica
A continuación te comento una serie de señales que te avisarán cuando muy probablemente te encuentres ante una persona tóxica:
Son personas envidiosas: no soportan los éxitos ajenos.
Utilizan un lenguaje negativo para referirse a otros: no pierden oportunidad de criticar la vida de los demás. Saben cómo generar frustración en otras personas. Son chismosos y generadores de conflicto.
Se quejan por todo, son las víctimas eternas: la culpa siempre es de los otros, nunca se cuestionan ni se responsabilizan por lo que les pasa.
Son personas manipuladoras y saben muy bien como cercar a sus víctimas: pueden llegar a robar los méritos de otro. Por ejemplo en una situación de logro laboral o académico podrían usar frases como esta: “tú has llegado hasta aquí porque yo lo hice posible”.
En realidad son personas con baja autoestima y una enorme frustración: puede que estén estancados en el dolor y el resentimiento por un suceso del pasado. Pero cuidado porque estas personas tienen baja empatía, y a menor empatía mayor maldad. Además recuerda que ellos no tienen introspección, por lo que el error siempre estará en los demás y no en sí mismos.
Cómo podrás darte cuenta, las personas tóxicas están en todos lados: en el trabajo, en nuestra casa, en la calle, entre nuestros amigos, pero incluso podemos serlo nosotros mismos. Lo importante es aprender a reconocerlas.
La gente tóxica por lo general te nivela hacia abajo, utiliza el miedo y la culpa para manipularte, son adictos emocionales necesitan hacer sentir mal al otro para sentirse bien ellos mismos. Entonces ¿qué podemos hacer cuando tenemos este tipo de personas en nuestra vida cotidiana? A continuación te comparto algunas sugerencias.
Recomendaciones para tratar con gente tóxica
Lo primero es aprender a poner límites: Recupera tu asertividad, tomando tus propias decisiones y asumiendo los resultados incluyendo tu derecho a equivocarte.
Cuando coincidas con esa persona tóxica, puedes hacer una revisión de las situaciones que tuvieron lugar al final del día: identifica las acciones y comentarios negativos o mal intencionados que dirigió hacia ti, y actúa en consecuencia.
Toma decisiones con respecto a esa persona: quítale poder a sus opiniones y comentarios. No permitas que te manipule.
Por último si la persona es muy tóxica, te recomiendo que pongas distancia de por medio. Hay personas que por mucho que se les de nuevas pautas de interacción nunca van a cambiar y por el contrario siempre están esperando el más mínimo descuido de uno para descargar todo su "veneno". En esos casos lo mejor es alejarse.
Pero recuerda que para que haya una persona tóxica tiene que haber alguien que se deje “intoxicar”. Entonces, si dejo que alguien me agreda es porque me cuesta ponerle límites al otro, lo que significa que me cuesta ponerme límites a mí, me cuesta decir que no.
Así desde pequeños interactuamos en diferentes entornos: la familia, la escuela, los amigos, la universidad, el trabajo. A lo largo de nuestra vida nos desenvolvemos en cada uno de esos ambientes sociales. Lo ideal es que aprendamos a cultivar relaciones saludables.
De hecho, estudios científicos en el campo de la psicología han revelado que nuestra felicidad va a depender de la capacidad que tengamos de establecer relaciones saludables y de alejarnos de aquellas que nos hagan daño. Pero en nuestro día a día podemos encontrarnos tanto con personas positivas y edificantes, como con personas negativas y tóxicas.
En este post te comento una serie de señales que te ayudarán a identificar a la gente tóxica y cómo manejarte ante este tipo de personas cuando forman parte de tu entorno social.
Identificando a la gente tóxica
A continuación te comento una serie de señales que te avisarán cuando muy probablemente te encuentres ante una persona tóxica:
Son personas envidiosas: no soportan los éxitos ajenos.
Utilizan un lenguaje negativo para referirse a otros: no pierden oportunidad de criticar la vida de los demás. Saben cómo generar frustración en otras personas. Son chismosos y generadores de conflicto.
Se quejan por todo, son las víctimas eternas: la culpa siempre es de los otros, nunca se cuestionan ni se responsabilizan por lo que les pasa.
Son personas manipuladoras y saben muy bien como cercar a sus víctimas: pueden llegar a robar los méritos de otro. Por ejemplo en una situación de logro laboral o académico podrían usar frases como esta: “tú has llegado hasta aquí porque yo lo hice posible”.
En realidad son personas con baja autoestima y una enorme frustración: puede que estén estancados en el dolor y el resentimiento por un suceso del pasado. Pero cuidado porque estas personas tienen baja empatía, y a menor empatía mayor maldad. Además recuerda que ellos no tienen introspección, por lo que el error siempre estará en los demás y no en sí mismos.
Cómo podrás darte cuenta, las personas tóxicas están en todos lados: en el trabajo, en nuestra casa, en la calle, entre nuestros amigos, pero incluso podemos serlo nosotros mismos. Lo importante es aprender a reconocerlas.
La gente tóxica por lo general te nivela hacia abajo, utiliza el miedo y la culpa para manipularte, son adictos emocionales necesitan hacer sentir mal al otro para sentirse bien ellos mismos. Entonces ¿qué podemos hacer cuando tenemos este tipo de personas en nuestra vida cotidiana? A continuación te comparto algunas sugerencias.
Recomendaciones para tratar con gente tóxica
Lo primero es aprender a poner límites: Recupera tu asertividad, tomando tus propias decisiones y asumiendo los resultados incluyendo tu derecho a equivocarte.
Cuando coincidas con esa persona tóxica, puedes hacer una revisión de las situaciones que tuvieron lugar al final del día: identifica las acciones y comentarios negativos o mal intencionados que dirigió hacia ti, y actúa en consecuencia.
Toma decisiones con respecto a esa persona: quítale poder a sus opiniones y comentarios. No permitas que te manipule.
Por último si la persona es muy tóxica, te recomiendo que pongas distancia de por medio. Hay personas que por mucho que se les de nuevas pautas de interacción nunca van a cambiar y por el contrario siempre están esperando el más mínimo descuido de uno para descargar todo su "veneno". En esos casos lo mejor es alejarse.
Pero recuerda que para que haya una persona tóxica tiene que haber alguien que se deje “intoxicar”. Entonces, si dejo que alguien me agreda es porque me cuesta ponerle límites al otro, lo que significa que me cuesta ponerme límites a mí, me cuesta decir que no.
Imagen de libre difusión tomada del sitio Pixabay