#historia Entre los años 1532 y 1535 realizó Giulio Romano la que se puede considerar su gran obra maestra y una de las creaciones más destacadas de toda la pintura del Manierismo. Hablamos de las pinturas murales que realizó para las paredes diversas estancias del Palacio del Té de la ciudad italiana de Mantua.

Y entre todo ese conjunto, sin duda alguna de las partes más importantes es la sala donde cubrió todo el espacio con la representación de la escena mitológica de la Caída de los Gigantes.

Cuando el espectador se adentra en la sala, la sensación de desconcierto es total, ya que hasta el último centímetro de la pared está pintado sin que haya ninguna referencia al espacio real y no se da un punto de escala para poder medirlo de manera racional y concebirlo como una pintura. Todo para sumergirnos en esa escena de atmósfera monumental, gigantesca nunca mejor dicho.

La caída de los gigantes