La Llorona, anécdotas contadas
La Leyenda de la Gritona o Llorona
Se dice que la Llorona fue una mujer blanca, española de mucho abolengo que se enamoró de un nativo de quien tuvo un hijo, pero para no sufrir la vergüenza de ser madre soltera y de no haber cumplido con los requerimientos de un hombre de raza inferior, mató al fruto de su amor prohibido y lo enterró en un camino. Este pecado capital la convirtió en un monstruo espantoso. No tuvo paz ni viva ni muerta. En vida cargó con el remordimiento de tan horrendo crimen y muerta anda vagando, gritando con alaridos espeluznantes por muchos rincones de Portuguesa, mientras su hijo llora también desesperadamente por esa muerte tan inmerecida que ella le dio.
En toda la región se encuentran testimonios de la presencia de la Llorona o la Gritona. Aparece en cualquier época del año, porque a ella lo que le importa es salir a asustar, romper el silencio nocturno de algún pueblo dormido en la inmensidad del llano.

Según cuentan los que la vieron
ELOY ARMANDO MOLINA Vecino de Papelón Yo le voy a contar lo que a mi papá le pasó por andar bebiendo de noche…, y no ha perdido la costumbre, usted ve que son las dos de la tarde y ya debe andar bebiendo por ahí. Mire, eso sucedió una noche que él andaba parrandeando y como a las dos de la mañana salió del local donde estaba y se fue para la casa. A mitad del camino se le montó una mujer en la parrilla de la bicicleta y se fue con ella… Cuando se dio cuenta estaba en la puerta del cementerio, y después que estaba del lado de adentro esa mujer se le transformó en un esqueleto horrible y ahí estuvo privado hasta el amanecer cuando los vecinos lo auxiliaron.
Según dijo la gente que vivía cerca del cementerio, él y que llegó llamando a mi mamá en la puerta del cementerio porque él creía que había llegado a la casa, pero cuando se vio dentro del cementerio se privó. A él lo llevaron para la casa, pero tuvieron que sacarlo para el hospital y lo tuvieron hospitalizado porque se le metió en la mente esa mujer. Tuvo muy mal de los nervios y de noche a ella la oían gritando por toda la calle.
FREDDY JOSÉ VIRGÜEZ Yo tenía 14 años y vivía en Guanarito, antes de mudarme para acá para Papelón. Eran como las diez de la noche, mi mamá ya había cerrado la puerta de la calle y yo escuché a una mujer gritando. Mi papá me dijo: Asómese a ver qué es. Yo no podía ni abrir la puerta y lo que hice fue que agarré una silla, y como por encima de la puerta había una rendija, me asomé y vi que pasó la sombra de una mujer, pero no le vi rostro ni nada. Ella llevaba como una antorcha en la mano. Rápido corrí y abrí la puerta y me asomé, y en la esquina la mujer pegó un grito y se perdió. Ese otro día como a las ocho de la mañana encontraron en la pata de un palo a un niño recién nacido que se lo estaban comiendo las hormigas. Mi papá dice que cuando sale la Llorona o la Gritona, como la llaman, siempre sucede que alguna mujer está haciendo alguna sinvergüenzura (abortos e infanticidios). Ese niño apareció en el barrio Las Flores de Guanarito hace unos veinticinco años.