Los clubes de barrio guardan historias inolvidables, como la ocurrida en Paraguay en 1957. Durante un partido en el club General Genes, el defensa Fidel Trigo derribó accidentalmente un avión monomotor con un pelotazo, mientras este realizaba vuelos rasantes sobre el campo de juego.
El impacto provocó una estampida entre el público, jugadores y árbitros, quienes corrieron a ver el desenlace. La pelota golpeó la hélice del avión, haciendo que la tapa del motor se desprendiera y cayera en la cancha, mientras la aeronave se estrellaba.

Afortunadamente, el piloto y su copiloto resultaron ilesos, y fueron a la casa de Trigo para tranquilizarlo. A pesar del incidente, el jugador quedó medio traumatizado, mientras que Ña Josefa, la madre de Fidel, estaba lista para defender a Trigo con una escoba, ya que temía que lo llevaran preso.

La pelota utilizada era una brasileña de color anaranjado, que, aunque no demasiado pesada, era conocida por sus cabezazos potentes.

Loading full article...