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El secretario de ONU, Antonio Guterres, plantea que estamos en tiempos preocupantes. Ya que muchos factores tales como la crisis climática, las ostensibles desigualdades, los conflictos sangrientos, las transgresiones de los derechos humanos y la devastación individual y económica, que ha traído consigo la pandemia de COVID-19 han creado en nuestro mundo más fricciones de los que según su persona, ha visto en toda mi vida.

Aun cuando es importante lo antes planteado, considera que la amenaza existencial que ensombreció la primera mitad de su vida ya no recibe la atención que debería. Las armas nucleares han desaparecido de los titulares y de los guiones de Hollywood, aunque el peligro que representan es tan eminente como siempre y aumenta, año tras año.


No hace falta más que cualquier malentendido o un fallo de cálculo para desencadenar el exterminio nuclear – una espada de Damocles que conllevaría no solo muerte y sufrimiento a una escala horrorosa, sino el final de la vida en la Tierra.

Aun con más de 13.000 armas nucleares en los arsenales de todo el mundo, ¿Cuánto nos puede durar la buena suerte?, aun con un poco de juicio y buena suerte, nadie ha empleado armas nucleares La pandemia de COVID-19 nos ha hecho más conscientes de las consecuencias catastróficas que pueden derivarse de un acontecimiento poco probable.

Sabemos que al terminar la Guerra Fría, los arsenales nucleares se redujeron drásticamente e incluso se eliminaron. Hubo regiones enteras que se declararon libres de armas nucleares. Surgió un sentimiento generalizado y profundo de rechazo a las pruebas nucleares. Como Primer Ministro de mi país, ordené que Portugal votara por primera vez en contra de la reanudación de las pruebas nucleares en el Pacífico.

El fin de la Guerra Fría también nos dejó una peligrosa falacia: que la amenaza de una guerra nuclear era cosa del pasado. Nada más lejos de la realidad. Esas armas no son un problema del ayer, sino que siguen siendo una amenaza presente y creciente. Hoy corremos más riesgo de que se empleen armas nucleares que en todo el período transcurrido desde la era de los simulacros y los refugios atómicos de la Guerra Fría. Sabemos que las relaciones de hoy, de ciertos países que poseen armas nucleares se caracterizan por la desconfianza y la competencia. No se caracteriza precisamente por un dialogo inteligente. La transparencia se debilita y las armas nucleares van cobrando más y más importancia a medida que las estrategias de seguridad nacional van hallando nuevos contextos en los que cabría utilizarlas. Mientras tanto, los avances tecnológicos y la aparición de nuevos terrenos de competencia en el ciberespacio y en el espacio exterior han puesto de relieve las vulnerabilidades y el riesgo de una escalada nuclear.

No tenemos redes ni instrumentos internacionales que puedan abordar estos nuevos acontecimientos. En este orden mundial multipolar, eso significa que las crisis regionales con un trasfondo nuclear podrían atraer a otros países con armas nucleares. El panorama nuclear es como la yesca: un accidente o un error de cálculo pueden hacer que salte la chispa.

Nuestra gran esperanza para dar marcha atrás y alejar al mundo del cataclismo nuclear es el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares, más conocido como TNP, que data de los años más duros de la Guerra Fría, en 1970.

El TNP es uno de los motivos principales por los que no se han empleado armas nucleares desde 1945: en él se establecen compromisos jurídicamente vinculantes para lograr el desarme nuclear, y esos compromisos incluyen a los cinco grandes países poseedores de armas nucleares. También es un catalizador para el desarme: es la única forma de eliminar esas horrendas armas de una vez para siempre.

Los 191 países que han suscrito el TNP, que representan prácticamente al mundo entero, se han comprometido a no adquirir ni desarrollar armas nucleares. El Organismo Internacional de Energía Atómica se encarga de supervisar y hacer cumplir esos compromisos.

Roguemos que no se presenten más enfrentamientos bélicos como este que hemos presenciado recientemente entre Ucrania y Rusia, el cual enluto muchos hogares, y ha dejado más crisis económica, sobre todo para Ucrania, como país con menos potencial bélico, que de una u otra forma afecta a otros países del mundo.

https://www.youtube.com/watch?v=qdY2i6wloro

https://www.un.org/sg/es/content/sg/articles/2022-01-04/nuclear-weapons-are-not-yesterday%E2%80%99s-problem-they-remain-today%E2%80%99s-growing-threat
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