Licaón, rey de Arcadia, era un rey sabio y culto que había sacado a su pueblo de las condiciones salvajes en que vivían originariamente.

No obstante el rey Licaón continuó siendo un salvaje, pues sacrificaba a seres humanos en honor a Zeus, e incluso se decía que asesinaba a todo forastero que llegara a su reino pidiendo hospitalidad.


Al enterarse del comportamiento de Licaón, Zeus quiso comprobar los rumores y se disfrazó de vagabundo para hacerle una visita al rey Licaón.

El monarca al instante pensó en matar a su visitante, pero se enteró rápidamente que se trataba del dios Zeus, y lo invito a disfrutar de un gran banquete.

Y para asegurarse de que el vagabundo en verdad era Zeus, Licaón decidió tenderle una trampa al dios del Olimpo. Ordenó que le sirvieran carne humana, la carne de un niño, presuntamente de un hijo del mismo rey.

Pero Zeus, que era el dios de dioses, se dio cuenta del engaño, y enfurecido castigo a Licaón con la maldición de convertirse en lobo. Eso sí, Zeus le concedió la gracia de que cada diez años, si no había comido carne humana, volvería a ser humano.

Pero cada vez que tomaba la forma de humano, Licaón volvía a hacer sacrificios y a comer carne humana, transformándose de nuevo en lobo. Y cada poco tiempo cada noche de luna llena, Licaón sale al claro del bosque o a los caminos a aullar pidiendo el perdón de Zeus . Y para devorar a todo aquel que pase por ese lugar.

El mito de Licaón, provee uno de los primeros ejemplos de la tradición folclórica del hombre lobo, que ha perdurado hasta nuestros días y también se relaciona a la palabra licantropía, de acuerdo con el poema metamorfosis, del poeta romano. Con este rey de Arcadia, Licaón.
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Mitologia: Griega/Licaón

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