“Nací en circunstancias inusuales”. Así comienza “El Curioso Caso de Benjamin Button”, una adaptación de la historia de los años 20 del siglo pasado escrita por F. Scott Fitzgerald y que trata de un hombre (Brad Pitt) que nace con ochenta años y va rejuveneciendo con el tiempo: un hombre que, como cualquiera de nosotros, no puede parar el tiempo.

Sin duda alguna una joya del cine en la dirección de unos de mis directores favoritos, David Fincher, quién se coloca nuevamente detrás de cámaras para dirigir una genialidad.

Una cinta llena de melancolía, drama y una trama bastante original, que si bien tiene elementos de películas que ya hemos, aún así su base principal es muy original. El film tiene una buena estética que hace llamar la atención, este aspecto está muy cuidado, tiene buenas tomas con un toque pintoresco de la época acompañado de una fotografía alucinante sumado a paisajes y lugares realmente muy bien logrados. Posee una buena producción porque maneja muy bien los detalles, desde la cantidad de extras que aparecen en algunas escenas y terminando por la utilería ya sea por automóviles de los años treinta hasta vestuarios de esa misma época.

El plus de ésta película es el maquillaje, por el simple hecho de ver a un Brad Pitt envejecido que no parece él, realmente lograron lo que querían transmitir y sin duda para esto el maquillaje tenía que ser perfecto, y acompañado de los efectos especiales se crea una genialidad, como siempre lo he dicho: "No es que no se use efectos, sino de que manera se usa". La película dura tres horas y no aburre en ningún momento, así que esto es clave, porque maneja muy bien los ritmos para mantener atento al espectador.

Quizás al comienzo no te enganche tan rápido, pero a medida que avanza va logrando dicho cometido. La película logra ser profunda y con buenos diálogos filosóficos que te dan en que pensar y reflexionar. El final es triste y melancólico pero con un bonito mensaje, porque cuando las personas envejecen son como niños en su conducta, así que básicamente es un contraste de cuando somos niños y de cuando llegamos a la vejez.

PD: No hable de las actuaciones, porque Brad Pitt y Cate Blanchet hacen un trabajo increíble que no necesita presentación.