#espiritualidad  La muerte es nuestra compañera inevitable de vida y la que culmina con el desarrollo del ser humano, está engranada con el componente espiritual y la manera en que hemos vivido.
En qué nivel de conciencia estamos nosotros para evolucionar y ver las cosas que antes no veíamos.
Los acontecimientos del pasado o la angustia por el futuro son constantes. Nuestra atención está centrada en lo que hemos vivido o en lo que vendrá y por ello no logramos vivir el ahora, esperamos complacer y ser reconocidos por lo que nos alejamos de la pregunta "¿Quién soy yo en realidad?" el obstáculo a vencer es el ego, debemos dejar de lado nuestra necesidad de sobresalir y ser aceptados para ir en búsqueda de lo que verdaderamente nos hace libres.
Comenzamos a despertar cuando reconocemos que somos rehenes de nuestras emociones, pensamientos y roles sociales y decidimos liberarnos, dejamos de depender de la opinión de otros y nuestro deseo de aprender se vuelve más real. Poco a poco desaparece nuestro miedo al rechazo o a las consecuencias de no cumplir con las expectativas sociales.
Comprendemos que todo lo que ha sido creado en el mundo es transitorio y sólo lo que creamos para nosotros mismos permanecerá.
Las personas en este nivel se han liberado del dolor de su pasado (pero también de los momentos felices) y de sus expectativas a futuro concentrándose en vivir el presente justo como eso: un regalo. En este nivel se aprende que la verdadera libertad consiste en aceptar la vida tal cual es, sin juzgar ni analizar, sino simplemente contemplar y aceptar agradecidos.
La muerte es un proceso natural, debemos vivir el aquí y el ahora.