Solías tener esos paquetes con los que podías hacer pudín en poco tiempo. Los tenías en todo tipo de sabores. Tuviste que dejarlo caer en la nevera por un tiempo. A mi hermano de diez años le encantó tanto que una vez hizo una gran escala para sí mismo y se escondió debajo de su cama. Así es como podía escabullirse un poco de festín. ¿Te acuerdas de ellos?

Pudín