La pregunta de por qué nos centramos tanto en el destino, en lugar de disfrutar del viaje, hace pensar. De hecho, la vida es un viaje, pero como seres humanos, tenemos un deseo innato de alcanzar metas y llegar a destinos. A menudo nos obsesionamos tanto con el resultado final que nos olvidamos de disfrutar el proceso de conseguirlo. Tal vez sea porque nos han condicionado a creer que el éxito y la felicidad se encuentran al final del camino, y no en el viaje en sí. O tal vez sea solo nuestra naturaleza como seres humanos esforzarnos siempre por más. Sea cual sea la razón, es importante recordar que el viaje es tan importante como el destino. Debemos saborear cada momento del camino, porque son las experiencias que tenemos y las personas que conocemos las que hacen que el viaje valga la pena. #qa #filosofico

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