Hace 46 años, el 10 de febrero de 1978, ocurrió la tragedia marítima más grande de Paraguay: el naufragio del buque Myriam Adela. El navío partió desde el Puerto de Asunción el 9 de febrero con destino a Vallemí, haciendo paradas en Concepción y otros muelles pequeños.

Llevaba pasajeros y encomiendas. A las 19:00 horas del 10 de febrero, un repentino torbellino volcó la embarcación a unos 85 km aguas arriba de Concepción.

El número final de víctimas fue de 113 personas, cifra que podría haber sido mayor si no fuera por la heroica intervención de Eligio González.


Con su pequeña canoa, Don Eligio rescató a 25 personas, incluyendo al capitán del barco, Juan Bautista Coronel, quien relató que intentaron desviar el torbellino sin éxito debido a los fuertes vientos. Otros 22 lograron salvarse por sus propios medios, dejando un total de 47 sobrevivientes.

Las causas de la tragedia nunca fueron aclaradas, aunque se determinó que el buque navegaba con una capacidad superior a la permitida.

Don Eligio González sigue vivo y recibe una pensión del gobierno por su heroico gesto, siendo considerado un héroe civil con justicia.

La memoria del Myriam Adela, que aún surca las aguas paraguayas pero sólo como transporte de carga, permanece como un estigma de una de las mayores tragedias en la vida civil paraguaya.

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